Misioneros en comunidad

MS 46: Desde el principio hemos vivido en comunidad, al estilo de los apóstoles con Jesús y de la comunidad primera, que tenía un solo corazón y una sola alma y todo en común[1]. En la comunidad nos sentimos hijos de Dios Padre y enviados por Él, hermanos entre nosotros. Como el discípulo amado, acogemos como madre a María en nuestra casa. Vivir en comunidad misionera es un don del Espíritu Santo, que hemos de acoger y cuidar amándonos mutuamente (cf. CC 15); es Él quien edifica nuestra comunión y nos configura como discípulos-misioneros en el pueblo de Dios. Nuestras comunidades –intergeneracionales e interculturales (cf. CC 17)– están llamadas a ser parábola de comunión, signo escatológico, palabra evangelizadora en el mundo de hoy.  

MS 47: Como testigos y mensajeros de la alegría del Evangelio en comunidad apostólica, nos esforzamos por conocer juntos las periferias humanas que más nos interpelan en cada lugar y por estimular una disposición de salida misionera. En actitud de auténtico discernimiento comunitario, tratamos de plasmar la visión común en un proyecto de misión. En él integramos los ministerios y servicios de todos y cada uno según nuestro don, carisma y condición. Crece así nuestra conciencia de que somos un cuerpo con diversos miembros en misión y evitamos individualismos. 

MS 48: Por eso, pretendemos: 

1)     Ir configurando nuestras comunidades como signo escatológico de unidad, paz y reconciliación.

2)     Construir la comunidad misionera entre todos con espíritu de diálogo, aceptación y aprecio mutuo, discerniendo los servicios y ministerios de todos.

3)     Reforzar el sentido de pertenencia y corresponsabilidad comunitaria.

4)     Valorar y acoger como imprescindible el ministerio de intercesión y ofrecimiento de nuestros hermanos ancianos, enfermos e impedidos.

5)     Apreciar e integrar los impulsos renovadores de las nuevas generaciones. 



[1] Cf. Hch 4, 32; CC 10.

"¡Somos misioneros! La Misión pertenece a nuestra identidad más profunda". | "We are missionaries! The Mission belongs to the core of our most fundamental identity".

MS 1 (Cf. CC 2; Dir 26.)